Un patrimonio que se cultiva cada día
En el Mediterráneo, comer nunca ha sido solo alimentarse. Es reunirse, cuidar lo que la tierra nos ofrece y compartir. Por eso, desde 2010, la Dieta Mediterránea está reconocida por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad: un modo de vida que une salud, sostenibilidad y cultura.
En la Comunitat Valenciana, ese patrimonio se refleja en nuestra forma de cocinar, en los productos de la huerta y en las costumbres que todavía conservamos en casa.
¿Qué significa ser Patrimonio Inmaterial de la Humanidad?
La UNESCO reconoce como patrimonio inmaterial aquellas prácticas, conocimientos y expresiones que forman parte de la identidad de las comunidades.
En el caso de la Dieta Mediterránea, se valoran aspectos como:
El respeto por los productos locales y de temporada.
La transmisión del conocimiento culinario entre generaciones.
La conexión entre territorio, cultura y salud.
El valor social de compartir la comida.
Para más información, visita la página web UNESCO - Dieta Mediterránea
La Dieta Mediterránea: un equilibrio entre personas y naturaleza
La esencia de la dieta mediterránea está en su equilibrio con el entorno. Se basa en alimentos de origen vegetal, aceite de oliva, legumbres, pescado y frutas frescas.
Pero, sobre todo, en una forma sostenible de producir y consumir que cuida la tierra y valora lo cercano.
En este sentido, los huertos tradicionales y urbanos son una de las mejores escuelas para mantener viva esa relación entre la alimentación y la naturaleza.
Patrimonio que se comparte
Más allá de los ingredientes, la Dieta Mediterránea representa una forma de convivencia. Cocinar juntos, comer en familia o celebrar fiestas populares son gestos que fortalecen los lazos comunitarios y transmiten valores de respeto y equilibrio.
Por eso, preservar este patrimonio no solo depende de lo que comemos, sino de cómo vivimos y compartimos la comida.